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Concurso de cuento infantil

PEDRITO BOTERO


ANTOLOGÍA
2005 - 2015 »SELECCIÓN«
arriba

2005

LA AMISTAD

niña

ÍNDICE

» Los grandes amigos

Sergio A. Cardona a

Ganador -Categoría A

» El amor y la amistad
hacia los hijos

Laura M. Echavarría

Finalista-Categoría A

» Caja de ilusiones

Mª Alejandra Tangarife Pérez

Ganador- Categoría B

» Un encuentro en el Cairo

Juanita Londoño Gaviria

Finalista-Categoría B

PRESENTACIÓN

El aprendiz de escritor

Llegaron los cuentos escondidos en los sobres, en disquetes o manuscritos con la letra insegura cuando se tiene apenas ocho años y sigue el camino de un renglón. Sabemos lo difícil de expresarse frente al papel, quitarse el miedo, contar lo que no sabíamos que éramos capaces de contar. Para cada uno de los concursantes representó el descubrimiento de su posibilidad creativa: “Yo sí puedo. Las letras y sus cuerpos de palabras obedecen a mi pensamiento. Recreo experiencias, invento personajes. Confían en mí, puedo volver mañana y los encontraré, me esperan al acecho sobre el papel pero también puedo modificar sus aventuras. Soy dueño de ellos y de ellas, las palabras”. Es la embriaguez de los primeros trabajos, tanto en literatura como en pintura. En arte. Algunos seguirán esa vía, otros la recordarán como un momento feliz.

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¿Qué nos enseñan los niños a través de sus cuentos? Nos sorprenden la claridad de sus juicios, su manera sencilla y justa de enfrentar y resolver dificultades y conflictos, su ética porque la tienen el sentido de la injusticia, sea frente al racismo, a la situación de niños desplazados, a la pobreza, al hecho de ser adoptados. Discriminaciones sociales y raciales traducidas en cuentos y dibujos. Sueñan con una sociedad generosa, sin violencia. La familia es el puerto seguro, los abuelos un ancla. La muerte de alguno de ellos los angustian, la separación de los padres los vuelve frágiles. La falta de amigos los puede llevar a escaparse, buscarlos en un bosque, también en la calle. La amistad no es fácil, pone a prueba a los pequeños: uno debe merecerla, no se entrega a cualquiera.

Cuando vienen del campo a la ciudad no se sienten bien: Medellín les parece construida a la escala de Fernando Botero: la muchedumbre ciega, el ruido, el atropello, los edificios, se sienten extraviados y sólo quieren regresar al pueblo, a Santa Elena, a Abejorral. Lo mismo pasa cuando se ven obligado a vivir en otro país. Colombia es la dimensión de sus vidas.

Así que nos enfrentamos a niños que poseen sabiduría, nos enjuician: a menudo son padres que no fuimos, el reproche por una sociedad que nos da vergüenza entregarles. Nos dan el ejemplo. Son idealistas, conservan la fe. No les fallemos.

Queremos comunicarles, nosotros los jurados, que todos han ganado. Una selección fue obligatoria pero entregamos a cada uno una constancia de su participación. Por eso mismo: nos enriquecieron y tanto sus colegios como su comunidad van a disfrutar sus textos cuando los lean.

Gracias a las familias por el estímulo que les dieron, a cada uno por su confianza hacia nosotros y esa muestra porque no decirlo de amistad

Claire Lew de Holguín
Noviembre 2005

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ganador



LOS GRANDES AMIGOS

Sergio Andrés Cardona Gómez - 10 años
Centro Educativo Autónomo (Medellín)

Más que primos

En este cuento se trata de 5 primos que tenían una gran amistad, ellos eran: Felipe, Esteban, David, Miguel y Sergio compartían muchas cosas, el lugar preferido de encuentro entre ellos era una finca que tenían sus abuelos donde pasaban muchas temporadas de vacaciones, eran alegres juiciosos y serviciales, toda su familia los querían mucho, nunca habían estado en desacuerdo por nada.

Un día Felipe les dijo: tengo una gran idea. ¿Cuál? Preguntaron. Él dijo: digámosle a nuestros padres que nos inscriban en el mismo colegio y así podemos compartir más tiempo entre nosotros, a todos les agradó la idea y efectivamente los inscribieron en el colegio que estudia Felipe.

Felipe, Esteban, David, Miguel y Sergio compartían muchas cosas, el lugar preferido de encuentro entre ellos era una finca coro de niños

La entrada al colegio

Estos primos amigos estaban felices de ir a la misma institución aunque no quedaron en el mismo salón de clase.

Pero así, de todas maneras, podían realizar sus tareas y trabajos con más facilidad, pero no fue así.

Esteban y David eran los más perezosos de todos y por supuesto querían que los otros tres trabajaran por ellos mientras que su tiempo libre lo dedicaban al juego y otra clase de diversiones. En los exámenes querían hacer trampa y copiar demuestra de los otros compañeros sin pensar que esto es un mal para ellos. Los amigos se dieron cuenta con rapidez y astucia que Esteban y David se estaban aprovechando de la amistad que ellos le ofrecían.

Un día hablaron con ellos y Felipe les dijo que no querían hacer las cosas tan fáciles porque de nada vale que ustedes copien de muestra de nosotros ya que así no van a aprender nada y ustedes mismos se están engañando si necesitan ayuda en algún trabajo o examen, cualquiera de nosotros tres estaremos dispuestos a brindársela y así seguiremos entendiéndonos como antes y seguiremos siendo amigos, ¿de acuerdo? preguntó Felipe y todos contestaron que sí.

La des-unión

Mientras Sergio, Felipe y Miguel brindaban una amistad sincera y verdadera, Esteban y David seguían confundiendo la amistad con abuso y falta de lealtad, eran deshonestos con sus primos, querían que éstos trabajaran siempre para ellos y así ganar su grado escolar sin el menor esfuerzo posible, se burlaban de sus primos y los trataban muy mal pero fue que ellos cambiaron de amistades, tenían ahora unos nuevos amigos llamados Julián y Emmanuel. Estos tenían muy malas energías pues querían siempre estar haciendo el mal y daño a sus otros compañeros y David y Esteban se estaban dejando llevar por muy mal camino.

Mientras Sergio, Felipe y Miguel brindaban una amistad sincera y verdadera, Esteban y David seguían confundiendo la amistad con abuso y falta de lealtad,

Un día en el descanso le quitaron el algo a su primo Miguel y se burlaron de él. Por este motivo se pelearon todos, aunque Sergio los aconsejaba mucho que no pelearan y él, muy triste, veía como esta gran amistad que tenían se estaba acabando cada día más y más, pero Felipe por su parte estaba muy enojado al ver que ellos no escuchaban consejos de nadie y Felipe decía que no quería tener más amistad con Esteban y David; por ese motivo llegó la des-unión entre ellos.

Sus padres

En el colegio siempre estaban llamando a los padres de Esteban y David para poner quejas sobre ellos, pues siempre estaban dañando los muebles y pertenencias del colegio, se escapaban muy a menudo del colegio, copiaban los exámenes de muestra de sus compañeros y si estos no los ayudaban con sus trabajos, los amenazaban, se burlaban y ponían sobrenombre a todos y cada uno de sus compañeros... en fin.

Pasaron de ser unos niños buenos y alegres para convertirse en niños con muchas dificultades pero sus padres estaban ajenos, o sea que no sabían nada de esto, puesto que ellos creían que seguían siendo los niños buenos que eran antes porque cada vez que sus maestros lo citaban, los niños no comunicaban a sus padres.

La pelea

Un día en el patio del colegio David y Felipe se enfrentaron y tuvieron una gran pelea delante de sus compañeros y profesores. Estaban tan enojados que no les importaba nada ni nadie aunque Felipe tenía la razón por lo que estaban peleando.

Ya que David le sacó de la casa de Felipe un trabajo que tenía que presentarlo para una nota final y así poder ganar una buena calificación, Felipe se dio cuenta de su gran falta de lealtad y por esta razón le llamó la atención a David, pero este le respondió con una gran agresividad. Aunque Felipe tenía menos culpa, citaron a los acudientes de ambos alumnos.

La cita

Los profesores muy tristes por esta situación puesto que conocían la gran amistad que existía antes entre ambos primos, decidieron citar a ambos padres y fueron los mismos profesores quienes hablaron con ellos.

Pero esto se estaba convirtiendo en un conflicto familiar. El padre de David dijo: -Tenemos que buscar una solución a este gran problema. Creo que lo más conveniente es separarlos a todos, y cambiarlos de nuevo de colegio.

Pero la profesora dijo no estar de acuerdo con esto porque no se trata de niños malos sino porque se estaban dejando llevar de la amistad de Julián y Emmanuel, que aunque eran niños con dificultades en sus hogares, lo que les faltaba era un poco de amor pero hay que ayudarlos a salir adelante y con buen ejemplo.

Entonces la mamá de Felipe respondió:
-ya sé, tengo la solución. No se trata de darle un castigo. La solución está en el abuelo de los niños

La solución

Entonces la mamá de Felipe respondió: -ya sé, tengo la solución. No se trata de darle un castigo. La solución está en el abuelo de los niños ya que era muy sabio y sabía muy bien como tratar a los jóvenes y a todos los niños.

Los niños lo amaban y respetaban mucho. La madre de Felipe dijo: -yo sé que él está dispuesto a ayudarnos en este problema y estaría dispuesto a venir hasta el colegio para jalarles las orejas por medio de buenos consejos y así fue, y hablaron con él y efectivamente, sin pensarlo dos veces, el abuelo llegó una tarde hasta el colegio para tener una charla amena y agradable con los jóvenes y niños de esta institución. Fue tan sabio que hasta los profesores lo escuchaban con gran atención. Empezó con unas frases muy lindas que a todos los hizo reflexionar:

-Al amigo hay que hacerle siempre el bien.
No te dejes llevar de las malas amistades, por el contrario, trata de que éste cambie.
Dime con quién andas y te diré quién eres.
Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde.
Cuando uno está lejos de la amistad esta se hace más fuerte.
Una amistad verdadera vale mucho.

Con estas frases de abuelo tan sabias todos los jóvenes y niños quedaron reflexionando sobre lo importante que es tener una gran amistad y saber valorar ésta, y todos volvieron a tener esta gran amistad. Ahora es un gran grupo de amigos porque hasta Emmanuel y Julián pertenecen a este gran grupo gracias a los consejos de su abuelo

FIN



EL AMOR Y LA AMISTAD HACIA LOS HIJOS

Laura Marcela Echavarría Patiño - 10 años
Centro Educativo Autónomo (Medellín)

Una pareja quería tener muchos hijos, lo intentaban varias veces pero no podían, entonces fueron al doctor. Pero el doctor les dijo que debían hacerse unos exámenes para saber cuál era la causa por la cual aún no tenían hijos.

Días después el doctor les dijo que ninguno de los dos podía tener hijos. Al saber esto, todos dos comenzaron a pelearse, hasta que el esposo soñó con un ángel, y éste le decía que no siempre se cerraban todas las puertas y que siempre hay un camino. Que Dios siempre está de nuestra parte para ayudarnos. Al despertarse le contó a la esposa el sueño, y decidieron adoptar una niña. Luego se fueron para Bienestar Familiar.

Pasaron los años y la niña ya era grandecita, cuando sus padres le contaron la verdad: que ella no era hija biológica sino adoptada. La niña se puso más o menos triste por no conocer a sus verdaderos padres. Pero se dio cuenta que así no fuera hija biológica de sus padres, ellos la querían mucho.

Conoció muchos amigos que compartían con ella, y otros que la rechazaban porque era adoptada. Después de jugar con sus amigos, ella llegaba a su casa llorando porque algunos la rechazaban y la hacían quedar en ridículo frente a las demás personas. Pero sus papacitos que la adoptaron le decían que no llorara por eso y se tranquilizara. Ella se quedaba tranquila, pero todos los días era lo mismo.

Los padres de la niña decidieron hablar con los papás de los demás niños que la molestaban. Les informaron que los niños la molestaban y la insultaban, que seguramente le tenían envidia y por eso la rechazaban.

nina corriendo

Cuando los papás de los niños se dieron cuenta de esto, les reprendieron diciéndoles que eso no se debía hacer, que uno debe respetar a las demás personas, sin importar su origen, su condición social, su raza o su religión.

Los amigos que compartían con la niña llamada Marcela, comenzaron a rechazarla por envidia y por chismes. De nuevo Marcela llegó a su casa llorando, los papás le preguntaron el por qué, y ella respondió: -por envidia de que ustedes me quieren y me prestan atención, en cambio los padres de ellos se la pasan trabajando y muy ocupados.

Ella regresó al colegio y cuando entró al salón, le habían tendido bromas grandes, como dañarle la silla, cuando caminaba le ponían zancadilla, le jalaban el cabello, le escondían la lonchera, etc. Luego de esto llegaron unos niños nuevos al colegio y la defendieron. Comenzó entonces una linda amistad sin envidia, sin peleas y sin bromas pesadas. Tiempo después los niños y niñas envidiosos se dieron cuenta de que Marcela era una buena niña y se acercaron a ella para pedirle perdón. Pues ellos se dieron cuenta de lo importante que es la verdadera AMISTAD. Y así les habló del gran AMOR que le tienen sus padres.

MENSAJE: Los verdaderos amigos son nuestros padres, porque ellos nos aconsejan por un buen porvenir, porque ellos nunca sentirán envidia, ni rabia, ni odio hacia nosotros, nunca competirán en contra de nosotros y siempre están en las buenas y en las malas situaciones a nuestro lado.

FIN
ganador

CAJA DE ILUSIONES

María Alejandra Tangarife Pérez - 11 años
Institución Educativa “Palermo de San José” (Medellín)

Esta historia comenzó hace muchos años en el País de las Maravillas, donde vivía un cirquero llamado Pinocho con sus marionetas.

Pinocho todos los domingos hacía funciones en el parque donde lograba llamar la atención de muchos habitantes de ese lugar, en especial, la de los niños Hansel y Gretel que nunca faltaban allí, para ver las famosas marionetas de pinocho.

pinocho

Pinocho era el creador de cada una de las marionetas y de sus respectivos nombres: Caperucita Roja, Pulgarcito, Cenicienta, el Sastrecillo Valiente y el Soldadito de Plomo.

Pasaron los días, los meses y los años y el cirquero siempre estaba dando felicidad a los niños, pero las marionetas cada vez perdían el color y el brillo; sin embargo, esto no impedía que hiciera la función de cada semana.

Un día Pinocho se puso a detallar sus pequeñas obras de arte y vio que no eran las mismas... se le habían borrado sus rostros, cabellos y vestidos que tanto hacían sonreír y divertir a toda la gente del país de las maravillas; era como si no tuvieran vida y decidió archivarlas en una caja de madera. Salió del lugar muy preocupado por no tener sus pequeños seres que tanto lo habían acompañado. Pasaron unos segundos cuando sus marionetas cobraron vida y se movieron como saltamontes, sin necesidad de los hilos.

Fue tanta la tristeza que el cirquero sintió, al verse solo y sin familia, que generó una gran revolución y alboroto en aquella caja.

El Soldadito de Plomo lloraba inconsolablemente. Al no tener una solución para que Pinocho no los dejara sin su amor y sin su amistad, esperaba que al verlo sin un pie, se lo pondría.

el Sastrecillo Valiente susurró: -No se preocupen porque tengo una brillante idea para que Pinocho pueda seguir contando con nosotros

Caperucita Roja dijo: -el cirquero tiene razón en dejarnos tirados en este lugar; nosotros nunca nos protegemos con las mantas que él nos fabricó para que no perdiéramos la pintura y el brillo, -¿Qué vamos a hacer? -No lo sé-, respondió Pulgarcito.

Por un momento se quedaron callados, cuando el Sastrecillo Valiente susurró: -No se preocupen porque tengo una brillante idea para que Pinocho pueda seguir contando con nosotros y así cumplir las ilusiones de construir un circo y lograr ser los mejores amigos, hasta el fin.

Cenicienta estaba silenciosa, sólo pensaba en su único amor que era su creador, Pinochín, quien siempre la cuidaba con mucho esmero y dedicación para que no le pasara nada, ya que en su casa estaba el travieso Gato con Botas y una alborotada Gallina de los Huevos de Oro.

El Sastrecillo contó lo que ese lunes empezarían a hacer para recuperar a su gran amigo; cada uno tendría una tarea la cual deberían hacer con mucha responsabilidad y así no pasarían al olvido.

El Sastrecillo le dijo al Soldadito de Plomo que siempre debía estar prestando guardia a todos los movimientos que hiciera el cirquero.

Caperucita Roja y Cenicienta van a preparar las acuarelas para pintar los rostros y yo las pintaré a ustedes dijo el Sastrecillo Valiente. Pulgarcito y yo traeremos telas y fabricaremos los vestidos como los que nos hizo Pinocho aquel día de la primera presentación.

Todos se movieron como hormigas y sin hacer ruido, para no despertar ninguna sospecha. El Soldadito siempre informaba de lo que hacía su creador, y los otros iban haciendo su labor; pasaron los días hasta que el sábado en la mañana, todo estaba en orden y reluciente para darle la sorpresa a Pinocho, cuando sucedió algo inesperado y extraordinario: Un hada hermosa llena de luz se apareció lentamente viendo todo lo que ellos hacían; decidió darle a cada una de las marionetas vida para que nunca más fueran manejadas por hilos y así tener lo que ellas anhelaban con tanto empeño, estar siempre unidos como una familia.

Estas pequeñas criaturas de madera, crecieron del tamaño de personas normales, con trajes hermosos y rostros relucientes de alegría, con un corazón que palpitaba a mil. Ellos no podían creer tan fantástica sorpresa. El hada se desapareció y las marionetas no se dieron cuenta de que ya no estaba allí, porque fue tal el asombro por lo sucedido, que no tuvieron la oportunidad de agradecerle.

Un hada hermosa llena de luz se apareció lentamente viendo todo lo que ellos hacían; decidió darle a cada una de las marionetas vida para que nunca más fueran manejadas por hilos

El Soldadito de Plomo vio que Pinocho se acercaba al lugar donde ellos estaban; todos se escondieron en la caja de madera como si fueran las marionetas del ayer.

Pinocho llegó al lugar cargado de pinturas y telas para restaurar a sus pequeñas criaturas, cuando abrió dicha caja, las marionetas salieron cantando y haciendo una función para su gran amigo. -iPinocho, sabíamos que tú nunca nos dejarías tirados ni abandonado, así no tuviéramos rostro ni yo, un pie, te agradecemos por habernos creado!

La Cenicienta lo miraba con mucha timidez, pero su corazón se agitaba de tal manera que Pinocho sintió esa misma energía; no aguantó ni un segundo más para abrazarla y pedirle su mano.

Al domingo como siempre salieron al parque del País de las Maravillas para dar su función, la gente como de costumbre estaba allí y los niños Hansel y Gretel en primera fila.

El Cirquero tenía a su lado la caja de madera y empezó su actuación. Pasaron unos minutos y delante de los ojos de sus admiradores las marionetas tomaban vida, sus hilos desaparecían. Todos los aplaudieron por tan magnífica función.

Los meses pasaron. Pulgarcito estaba muy contento porque tenía las botas del Gato con Botas y así ponerse pilas junto con sus amigos a preparar la boda de la Cenicienta y Pinocho. La alborotada gallina también hizo su aporte, los huevos de oro, para comprar y decorar una carpa de circo gigantesca para que todos los habitantes del País de las Maravillas pudieran asistir. Hansel y Gretel serían los pajecitos; el Soldadito de Plomo con su apuesto uniforme se encargaría de entregar a la novia a su amado Pinochín; mientras Caperucita Roja y el Sastrecillo Valiente elaboraban un lindo vestido como en el cuento: El Traje del Emperador, pero éste, sí era real.

niños con princesa

El día tan anhelado llegó, todo era excepcional, estaban compartiendo en el sitio que siempre soñaron tener y ahora era realidad.

Cenicienta expresó unas palabras: -Todas las ilusiones se pueden hacer realidad si tenemos corazones llenos de amor y lealtad como ustedes. Agregó Pinocho: - Nosotros somos producto de un sueño que salió de la amistad y por eso quiero brindar porque estaremos juntos hasta el final.

finalista



UN ENCUENTRO EN EL CAIRO

Juanita Londoño Gaviriar - 12 años
Colegio Montessori (Medellín)

Anna, Elizabeth y Franz, eran amigos desde que entraron al colegio, y todavía lo eran. Un día iban caminando por la calle cuando se encontraron a su profesor más temible, al cual todos los que le conocían le llamaban ‘Cuchilla’. Los tres estaban asustados y ninguno de ellos sabía qué hacer. Además no estaban caminando por cualquier calle; estaban caminando por la calle prohibida para todos los estudiantes que estaba ubicada en la parte trasera del colegio, en la cual sólo se había visto profesores caminando. Pero esta vez, su temible profesor lo único que hizo fue advertirles sobre lo que había pasado. Los tres, con mucha intriga, le preguntaron qué era lo que había ocurrido. Éste les respondió: -Lo que pasó es terrible, ¡inimaginable!, Hitler ganó las elecciones y ahora ustedes, nosotros y el resto de los judíos estamos en peligro-. Ellos no sabían que hacer. Su profesor les sugirió que se fueran a sus propias casas y a ninguna otra, y que lo primero que tenían que hacer era contarles a sus padres lo sucedido.

-Lo que pasó es terrible, ¡inimaginable!, Hitler ganó las elecciones y ahora ustedes, nosotros y el resto de los judíos estamos en peligro-.

-Todos se preguntaran quién es ese tal Hitler. Bueno, pues ese tal Hitler es el nuevo presidente y ahora los judíos están en peligro ya que va a empezar a buscar a cada uno de ellos y a sus familias y los va a matar, a torturar, y sobre todo quiere hacerlos sufrir. Él dice que los judíos son impuros y no merecen vivir.

En cuanto Cuchilla les dijo que debían hacer, éstos se echaron a correr; no se detuvieron por nada y no pensaban hacerlo. En cuanto Anna llegó a su casa buscó a su madre por todos lados y cuando la encontró, le contó todo. Ella no podía creerlo; no sabía si empacar, llamar a su esposo, o suicidarse y matar a su familia para protegerla, porque prefería matarlos ella misma que verlos sufrir. El hermano de Anna llamado Charlie también venía con la mala noticia y en cuanto la empezó a contar, Anna y su madre Dulcinea lo detuvieron y le dijeron que ya sabían la terrible noticia. Él les sugirió: -Partamos para Egipto donde mi tío Albert. Es un lugar seguro y alejado de los nazis, allí no nos encontrarán. ¡Pero y mis amigos!¬... ¿Pueden venir ellos y sus familias con nosotros? dijo Anna. -Temo que no, si partimos muchos judíos para un mismo lugar nos descubrirían más rápido respondió su madre.

Mientras Anna discutía con su madre, Elizabeth y Franz llegaron a su casa, ninguno de ellos sabía como contar tan mala noticia a sus padres. Franz y Elizabeth eran mellizos, y ya que Franz era el mayor, este comenzó diciendo: -Mamá, algo terrible pasó.

castillo

-Lo sé, ya lo sé. Es increíble -dijo Ramona su madre-. Ya preparé todo. Nos iremos hoy mismo para la India. Su padre ya llegó y está arriba esperando. Ya empaqué todo lo necesario. Ahora sólo necesito que cada uno escoja algo para entretenerse en el camino, y de inmediato llamaré a su padre y partiremos a la India.

Elizabeth se puso peor ahora que se había dado cuenta que Anna y ella tendrían que separarse y preguntó a su madre qué pasaría con la amistad que tenían ella y su hermano con Anna. Su madre no respondió. Sólo se volteó. Elizabeth ya lo sabía. Tendrían que separarse y probablemente no se volverían a ver. Elizabeth y Franz subieron con una gran tristeza, y cada uno escogió lo que quería llevar. Franz agarró su preciado libro titulado “La vuelta al mundo en 80 días” y esperó a que Elizabeth escogiera algo. Esta no sabía si llevar un libro o su perrito de felpa. Su hermano le sugirió el libro, pero ella tomó su perrito. Como Franz y Elizabeth vivían en la casa al lado de Anna, cuando los tres salieron y se despidieron con gran tristeza se dijeron en secreto para donde irían, y partieron con sus familias por lados opuestos.

Anna sabía que este iba a ser un largo viaje y estaba aburrida y cansada, así que se durmió. Su hermano comenzó a leer por tercera vez un libro titulado “El viaje al centro de la tierra”, el cual le gustaba mucho. Mientras tanto, Dulcinea la madre de Anna estaba pensativa y Peralta su esposo trataba de calmarla. Le dijo que todo iba a estar bien y que iban a tomar el tren a Hungría y este los llevaría hasta Grecia, en donde tomarían un barco hasta llegar a Egipto por el mar Mediterráneo hasta estar a salvo. Ella se tranquilizó y decidió dormir. Peralta estaba cansado y también quería dormir, pero no podía hacerlo porque estaba a cargo y no tenía a nadie que manejara, así que se resignó. El único que quedaba era Charlie que no tenía ni un poquito de sueño, pero su padre le pidió que durmiera. Además le dijo que parara de leer en el carro que podía ser peligroso para su vista.

Elizabeth comenzó a llorar por su amiga, y Franz, del aburrimiento, se había dormido hacía dos horas. Todavía faltaban seis horas para llegar a Bulgaria, de ahí debían tomar un tren hasta Irán, y luego otro hasta la India. También este iba a ser un largo viaje y si paraban se podían exponer al peligro.

Todavía faltaban seis horas para llegar a Bulgaria, de ahí debían tomar un tren hasta Irán, y luego otro hasta la India. También este iba a ser un largo viaje y si paraban se podían exponer al peligro.

Anna se levantó repentinamente, no sabía donde estaba, así que decidió preguntarle a su padre y este le respondió con tristeza: -Lejos de casa, ahora estamos llegando a Hungría, sólo faltan cinco minutos, así que no te duermas-, Después de lo que le dijo su padre, Anna no sabía que hacer, estaba pensativa, y no quería estar lejos de casa, estaba triste y sola sin nadie con quien jugar.

Después de un rato, Elizabeth ya se había cansado de llorar y se había dormido hacía unas tres horas, pero mientras dormía, soñaba que Anna, su hermano y ella estaban juntos en Alemania, libres por las calles, que jugaban escondidijos, y la pasaban de lo mejor, pero en su interior sabía que eso no pasaría por más que ella lo quisiera, pero estaba feliz. Mientras tanto, Franz soñaba que mataba a Hitler, y que lo remplazaba en su presidencia.

Ninguno de los tres sabía qué hacer. Se conocían desde niños y ahora corrían por caminos separados, pero sabían que algún día se iban a encontrar y no descansarían hasta cumplirlo. Elizabeth en su interior, sabía que Anna estaba peor que ella pues por lo menos tenía a su hermano Franz, su gemelo, pero Anna sólo tenía a su hermano el cual era tres años mayor que ella. Por lo que no se llevarían tan bien.

Después de dos largos días, Anna ya había llegado a su destino y estaban en camino para un hotel al cual se demoraba por lo menos otras dos horas. Ella estaba tan cansada que durmió todo el camino y su padre tuvo que cargarla hasta su cuarto, durmió casi un día completo y despertó en medio de la noche llorando. Cuando todos la oyeron se fueron corriendo para su habitación a preguntarle lo que pasaba. Ella no sabía explicarles, era como si el ratón se le hubiera comido la lengua, pero su madre le dijo que respirara profundo y que se tranquilizara, y les dijera qué le pasaba. Cuando se tranquilizó les dijo que había tenido una terrible pesadilla. En su pesadilla veía a Elizabeth y a Franz, luego a alguien que los estaba matando y que ellos la llamaban y gritaban ¡Anna! Le daba mucho miedo pensar que ellos podían morir.

Elizabeth y Franz ya estaban llegando a su destino. Aunque ya estaban en la India debían llegar a Nueva Delhi. Allí la gente era muy generosa y los había tratado muy bien. Sólo les faltaban cuatro horas para llegar. Todos estaban despiertos excepto Ron que estaba más cansado que todos ya que había manejado un largo trayecto.

Pasados por lo menos diez meses, ambas familias seguían sin comunicarse con nadie porque podían quedar en peligro. Por todo este tiempo Elizabeth, Franz y Anna ni siquiera se escribían, estaban solos sin amigos, y se conformarían con hablarse por lo menos una sola vez para ver si estaban bien, especialmente Anna después de esa pesadilla que tuvo, no sabía si estaban muertos o vivos.

Elizabeth y Franz se fueron de la India ya que en las calles no había mucha seguridad y diariamente estaban muriendo veinte personas o más en todo el país. Estaban ahora en Tailandia, pero allí también había inseguridad. Permanecieron escondidos allí por dos meses más; mientras Anna y su familia permanecían en Egipto, en casa del tío Albert.

Elizabeth y Franz se fueron de la India ya que en las calles no había mucha seguridad y diariamente estaban muriendo veinte personas o más en todo el país. Estaban ahora en Tailandia, pero allí también había inseguridad.

Como los papás de Franz y Elizabeth ya no se sentían seguros en Tailandia, decidieron irse para Egipto. Ahora, probablemente Anna, Elizabeth y Franz podrían estar juntos y verse de nuevo. Pero era difícil. Egipto aunque no es muy grande sigue siendo muy difícil encontrarse y además, porque mientras Anna y su familia estaban en Asuán, Elizabeth y Franz estaban en El Cairo. Estaban separados por grandes distancias. Anna les rogó a sus padres que si podían ir al Cairo a buscar a sus amigos, pero sus padres dijeron que era un peligro salir en esos momentos ahora que había muchas inundaciones. Hijita, no es que no queramos, pero ahora es muy peligroso salir. En cualquier momento se puede desbordar el Río Nilo y ¿quieres que algo nos pase a nosotros? Yo creo que no, o sí, hijita ¿tu quieres morir?

-Por supuesto que no mamá, pero simplemente quiero volver a ver a mis amigos. -Y lo harás, pero no ahora, entiéndenos.

Anna se fue corriendo, no podía soportar que supiera donde estaban sus amigos y que su madre no le permitiera ir hacia ellos. Anna se preguntaba por qué no habría disfrutado aún más de su amistad con los mellizos. Ahora se arrepentía y decía: -Los debí haber invitado a mi viaje a Italia. ¿Por qué no pasé más tiempo con ellos?- Eso era todo lo que Anna decía, se pasó una mañana entera preguntándose por qué no lo había hecho.

Después de varios meses todo era distinto. No había más muertes, y ya el río estaba más calmado, así que ahora no había de que preocuparse. Cuando Anna se enteró, de inmediato preguntó a su madre si podían ir al Cairo a ver si sus amigos seguían ahí. Quería verlos y sentía que ahora era el tiempo. Su madre le dijo que hablaría con su padre. En cuanto hablaron, les dijo que por supuesto. Que debían aprovechar que había buen tiempo. Anna se puso muy feliz, no cabía de la alegría, pero se puso a pensar, y le preguntó a su madre que cuándo irían. -Si a tu padre le parece bien, mañana mismo- En cuanto su madre le dijo esto, se fue a su cuarto y se puso a empacar.

Al otro día Anna estaba ansiosa. No sabía que hacer, todo el mundo lo estaba tomando con mucha calma y ella estaba desesperada y ansiosa por irse, -Y... hay que entenderla, hace ya más de un año y medio que no se veían y ya estaba ansiosa por hacerlo.

Después de tres horas ya estaban a mitad de camino y Anna estaba desesperando a su familia. Así que después de una hora ya estaba muy cansada y sólo faltaba otra hora de camino. Cuando llegaron, Anna seguía dormida y esto era un gran alivio para toda su familia. Pero cuando se iban a bajar del carro tuvieron que despertarla. En ese mismo instante Anna sacó de su chaqueta un papel amarillento y arrugado con la dirección y el teléfono del tío Albert. Anna llamó al número, le contestó Franz.

Anna estaba tan contenta... Franz preguntó quién era y en cuanto Anna se lo dijo, este se puso a saltar de la felicidad. Alguien preguntaba quién era pero Franz no decía nada. Alguien le arrebató el teléfono y dijo -Hola- Anna dijo -¿Elizabeth eres tú? ¿Cómo estás? ¿Dónde estás?, quiero verte-.

-Estoy muy bien, y ahora mucho mejor, estoy aquí en el Cairo, y pues... dónde nos vemos?
-Aquí en mi casa, ¿te doy la dirección?
-No, la tengo… ahora mismo me voy para allá.

En cuanto dijo esto, toda la familia se montó al carro, y salieron tan rápido como pudieron. Anna estaba muy impaciente y estaba pensando en qué hacer cuando llegara a su destino... a la casa de sus mejores amigos.

Cuando llegaron Franz y Elizabeth, sabían que eran ellos y no esperaron a que nadie tocara el timbre. Solo abrieron, y en cuanto vieron a Anna se tiraron a abrazarla. Anna preguntó a sus padres si se podía quedar toda la tarde y ellos lo pensaron un largo tiempo pero dijeron que sí. Franz cogió a Anna de la mano y se puede decir que la arrastro hacia arriba, y Elizabeth los siguió. Franz la condujo hacia la pieza de Elizabeth y le preguntó qué quería jugar, pero de la emoción que tenía ella no respondió nada. Franz y Elizabeth quedaron mirándose sorprendidos de que Anna no dijera que quería jugar damas, el cual era su juego preferido y que jugaba tan bien.

Los padres de Elizabeth y Franz gritaron- ¡Niños, bajen ahora mismo, es tiempo de almorzar!-.

Franz del hambre que tenía salió corriendo, mientras Anna y Elizabeth bajaban juntas hablando de lo que habían dejado en su país, Alemania.

Todos se sentaron a la mesa. La comida olía deliciosa, y Anna sospechaba que era una rica sopa de tomate, pero sospechó mal, era pasta, la comida favorita de Elizabeth. En cuanto se sirvió la comida todos empezaron a comer como marranos, del hambre que tenían, sobre todo Anna y su familia después de ese largo viaje.

Todos se sentaron a la mesa. La comida olía deliciosa, y Anna sospechaba que era una rica sopa de tomate, pero sospechó mal, era pasta, la comida favorita de Elizabeth.

Después de terminar el almuerzo, Elizabeth, Franz, Anna, y Charlie su hermano subieron a jugar. Mientras sus padres hablaban, Peralta el padre de Anna le preguntó a Dulcinea que si se quería quedar en el Cairo y esta dijo que sí, que era un lugar seguro y que no había problemas. Entonces Peralta decidió preguntarle a Ron el padre de los mellizos que si sabía de algún lugar en el cual ellos pudieran quedarse un largo tiempo. Éste le dijo que sí pero le preguntó si planeaba quedarse en el Cairo. Y este respondió que sí, con orgullo. Ron se puso feliz ya que ellos dos también eran amigos, y se paró a buscar la fotografía de la casa con la dirección y el teléfono del propietario. Mientras tanto Dulcinea y Peralta llamaban a Charlie y a Anna a contarles que se quedarían. Ellos bajaron corriendo y en cuanto les dijeron la buena noticia se pusieron a saltar de la felicidad, y subieron a contarles a sus amigos, Franz y Elizabeth.

Mientras tanto Ron le mostró a Dulcinea la casa, a ella le encantó y llamó a Peralta para que la viera. Él decidió de inmediato llamar al propietario. Cuando le contestaron preguntó si vendían la casa y el valor. El dueño le respondió que ya que no estaba en muy buenas condiciones y que se la dejaba a un muy buen precio, veinte mil marcos por dos pisos. Aunque no tenían mucho dinero, tenían suficiente para comprar la casa y mandar a traer todos los muebles de su casa antigua, pero no la de Alemania...

Tres años después todos seguían bien, juntos, y con muy buena salud. Franz, Elizabeth y Anna estaban en la misma escuela y ahora estaban más contentos que nunca aprovechando cada minuto de sus vidas para estar con sus amigos y sus familias.

Esta historia nos enseña que sí se puede lograr todo, que no hay imposibles y menos si se trata de amistad.

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