Cada vez es más  frecuente ver ingresar por las puertas de la Biblioteca Pública Piloto de Medellín en su Sede Central,  adultos responsables, cuidadores y padres; en algunas ocasiones solo viene la mama o el papá, el abuelo o el tío cuidador. Con las manos ocupadas, una para abrazar o cargar a la criatura y otras portando el menaje con biberón, golosinas y  pañales, de ser necesario. No viene a un evento, viene a Mis Primeras Palabras, una actividad que se realiza los martes y sábados  a las once de la mañana y los jueves a las cuatro de la tarde en ese espacio que la Piloto diseñó y ambientó para el disfrute de los niños. Nos referimos a la Sala Infantil Pedrito Botero.

La Promotora de Lectura invita a la canción de iniciación, una especie de conjuro mágico donde se llama por su nombre a cada uno de los bebes presentes, los cuidadores ríen porque los sujetados en brazos y piernas lanzan una risa cómplice al oír su nombre en boca de todos los asistentes; saben que han sido llamados y que  son el centro del cuento, del acto, del rito que llama a la lectura.

En caso de que  los asistentes ya caminen, lo más recomendable es participar de la Hora del Cuento, actividad que se realiza de lunes a sábado a las cuatro de la tarde. Estas son parte de la oferta de actividades de Promoción de Lectura de la Piloto y  su programa Institucional de Lectura y Escritura, que en diferentes horarios se programa  para los niños, desde la Sala Infantil Pedrito Botero.

La Sala Infantil tiene la forma de una pequeña media torda, con una tribuna semicircular de dos peldaños y un escenario para diferentes representaciones musicales y mimesis, que tanto agradan a los chicos. Rondan el espacio un zoológico de imágenes con los ojos abiertos, que hacen silencio cuando hablan y ríen  los niños luego de la lectura del cuento. Allí esperan el oso, el pelicano, el canario, el cerdito, el águila, el mapache, una zorrilla y un leopardo cibernético; atentos y agazapados bajo una flora de follaje  multicolor. También el lugar posee unos tótems giratorios que recubren las  columnas, que pueden girar   hasta encontrar la  forma de pie a cabeza de una figura  animal.

El espacio posee unas ventanas sin vidrio y abollonada a la manera de un nicho para la lectura; es muy frecuente que los chicos no ingresen a esta Sala  por la puerta sino por la ventana. Un espejo cóncavo deformará y hará más grueso y gordo a quien se le  pare de frente. Al ingresar, al costado derecho de la entrada, el lugar no tiene puertas, un medidor de estatura espera a los niños para ver que tanto han crecido en el espacio de lectura. Al fondo,  la imagen original de Pedrito Botero con sus juguetes  eternizado por su padre. Acondicionado con sillas, mesas, cojines, mobiliario y estanterías al alcance  de los más pequeños. La Sala también espera a los niños que quieran construir una historia en un tablero mágico con puentes, animales, espacios y atrezos para la construcción de un exquisito relato.

De las diversas reformas y recientes adecuaciones del edificio de la Sede Central, la Sala Infantil Pedrito Botero de La Piloto es la que más ha crecido. El área es superior en sus dimensiones, a la anterior, ubicada en el costado sur del edificio; ahora la Sala se encuentra en el costado norte justo debajo del Mural que la Artista Dora Ramírez realizó para la biblioteca con los niños de su taller de pintura; adyacente a la Sala General para que los más grandes puedan leer desde ésta, teniendo una panorámica completa de los pequeños en Sala Infantil.  Allí pues esperan a grandes y chicos para ser leídos: El Estofado del Lobo, las Historietas de Tintín, Los Cretinos, No Te Rías Pepe, Choco Encuentra una Mamá, Willy El Tímido y la Serie de Escalofríos que tanto gustan a los niños. Este es pues un lugar para crecer a medida que se juega, aprende y lee.