La memoria es el acumulado colectivo de las comunidades, en ellas los pueblos se recrean y resguardan su pasado e identidad. La memoria te ayuda a saber quien eres, que quieres y para donde vas. Aun los pueblos arrasados como los de África, condenados por siglos a ser mercancía, guardaron en sus cantos, una llave de la memoria, como arma de resistencia. “El Black Soul”, el alma negra, los cánticos códigos, que en verso y rima contaban sus génesis y linajes venidos de las praderas de África, ¿Sabes cuál es tu procedencia y cúal tu memoria? Aun a pesar de su condición de esclavos, sabían que sometieron sus cuerpos pero su espíritu y memoria permanecen libres.
Aunque muchas veces, los estados pretendan podar y pulir esa memoria para su beneficio, como la sociedades que pretender borrar su pasado vergonzante de esclavitud, genocida o delincuencia, solo lo logran superar aquellos que puedan dar la cara a sus errores.
Otra parte de esa memoria, la que no es pulida y curada, la hacen los pueblos con sus cantos y tradiciones; esa es la memoria auténtica y viva.
Estamos a comienzos de siglo, en 1902 y España pierde su último resquicio, la última gota de su poderío imperial en Cuba. Gracias a una guerra farsa inventada por la poderosa industria de la información del magnate norteamericano William Randolph Hearst, el mismo personaje que recrea el genial Orson Welles, es su colosal obra el Ciudadano Kane.
Con el nacimiento de la República de Cuba nacerá también su poeta nacional Nicolás Guillén. En el Centro Virtual Cervantes hay una hermosa biografía de Guillén que nos permitimos citar a continuación:
“Nicolás Cristóbal Guillén Batista, que más tarde firmará sus versos simplemente como Nicolás Guillén, nace en la provincia de Camagüey el 10 de julio de 1902, el mismo año en que la República de Cuba inicia su vida como país independiente, por lo que puede decirse que el poeta nace con su patria, a la que su destino y su canto estarán íntimamente ligados en sus luchas, afanes, y esperanzas. Hijo de padres mulatos, el joven Guillén llevará al nacer el mestizaje blanquinegro en sus venas, que será la síntesis de la cubanidad y que le dará, al mismo tiempo, la materia prima de su canto.
En Camagüey recibe la educación primaria de la época, profundamente marcada por el catolicismo. Esta formación devota, junto a las ideas igualitarias de su padre, senador de Camagüey por el partido liberal, serán la semilla que sembrará en su mente, desde muy joven, ese sentido de justicia y solidaridad que servirá de alimento a su poesía y a sus actos durante todas las etapas de su vida. A la edad de 15 años, y cuando se hallaba en el difícil paso de la infancia a la adolescencia, pierde a su padre, asesinado por soldados del régimen conservador durante las contiendas de la guerra civil de 1917.”
Lo hermoso y genial es que el huérfano de padre se convertirá en el padre de la palabra de su pueblo, en el alma que canta en dialecto, al decir cotidiano, al alma mestiza que guarda el ser Caribe, Antillano, mestizo y bembon:
¡De qué callada manera
se me adentra usted sonriendo,
como si fuera la primavera!
¡Yo, muriendo!
Y de qué modo sutil
me derramo en la camisa
todas las flores de abril
¿Quién le dijo que yo era
risa siempre, nunca llanto,
como si fuera
la primavera?
¡No soy tanto!
Versos cargados de sátira y política, porque el poeta tiene dueño su nación y un compromiso político, su patria como lo vemos en su poema: “Tú no sabe inglé”
Con tanto inglé que tú sabía,
Bito Manué,
con tanto inglé, no sabe ahora
desí ye.
La mericana te buca
y tú le tiene que huí:
tu inglé era de etrái guan,
de etrái guan y guan tu tri.
Bito Manué, tú no sabe inglé,
tú no sabe inglé,
tú no sabe inglé.
No te enamore ma nunca
Bito Manué.
si no sabe inglé,
sino sabe inglé.
El poeta antes de serlo fue bachiller y logró llegar a la universidad y cursar el primer año de derecho. Las circunstancias lo obligaron a trabajar, optó por no separarse de las letras y de tipógrafo se convirtió en hombre de letras. Leyó a los mejores de la manos del maestro Tomás Vélez, los autores del Siglo de Oro español -Quevedo, Góngora, Lope de Vega, Cervantes-,además de proporcionarle elementos de análisis y un sentido del ritmo y del rigor formal en el estilo, que jamás lo abandonará.
El tipógrafo poco a poco se canso de imprimir para otros y decidió imprimir sus sueños de poeta hoy convertidas en canciones y pensamientos. Allí también aprendió el oficio de periodista y de escritor. En 1929 publica su primeros poemas “Versos de Ayer y de Hoy” para luego publicar “Motivos de Son”; el libro es un éxito cultural. Los 8 poemas igualmente se encuentran publicados en la Biblioteca Virtual Cervantes. Nos encontramos ante un poeta Moderno, Vanguardista y transgresor de su tiempo como quien sabe elevar el fonema castellano y antillano hacia una de sus tantas vertientes, el castellano Caribe, el de García Márquez y Zapata Olivella, para recordar a este otro transgresor, que hoy vive su año de la literatura en Colombia. Elevar los fonemas de lo cotidiano a la estructura de un verso; hasta don Miguel de Unamuno se conmovió leyendo aquellos versos castellanos y antillanos como los que resonaron por los bares de Salsa de San Juan por la Ochenta en Medellín, un bote de música caribeño de nombre Rumbantana, conducido por un naufrago isleño que ancló en Medellín; los mismos versos y pasos se repetirán en varias de las generaciones que visitan los bares de la últimas cinco décadas en Medellín. ¡Hey Santana ponga Songoro Cosongo la versión del Cantante de los Cantantes, Hector Lavoe.
SI TÚ SUPIERA…
¡Ay, negra
si tú supiera!
Anoche te bi pasá
y no quise que me viera.
A é tú le hará como a mí,
que cuando no tube plata
te corrite de bachata,
sin acordarte de mí.
Sóngoro cosongo,
songo bé;
sóngoro cosongo
de mamey;
sóngoro, la negra
baila bien;
sóngoro de uno,
sóngoro de tre.
Otros recorrimos, recién llegados, las convulsionadas jornadas estudiantiles de los años setenta y ochenta, del siglo pasado. Vimos a los iniciados en aquel mestizo caribeño, el mulato, el negro bembón y rebelde de Guillén, ser amplificado por los altavoces de las marchas o de las peñas musicales; de uno que otro paro estudiantil, o en la voz de la española Ana Belén los versos de La muralla:
Para hacer esta muralla,
tráiganme todas las manos:
los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.
Ay,
una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
allá sobre el horizonte.
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—Una rosa y un clavel…
—¡Abre la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—El sable del coronel…
—¡Cierra la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—La paloma y el laurel…
—¡Abre la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—El alacrán y el ciempiés…
—¡Cierra la muralla!
El poeta plasmará en su poesía las primeras voces de una música auténtica para el Caribe, no le dará una entidad solo a su patria Cuba, sino que le dará un lugar a la música antillana en el mundo.
EN 1937 Guillen vieja a México y de allí a España, para participar en el Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, mientras está en España defiende la causa de la República. En sus escritos periodísticos, Nicolás Guillén es una de las principales voces de la poesía viva de su tiempo y su nombre alcanza dimensión internacional. En 1945 viaja durante tres años por el mundo, comenzando en Latinoamérica: Venezuela, Colombia, Perú, Chile, Brasil, Uruguay y de allí parte hacia Europa; visita París, Praga, Moscú, Sofía, Budapest y finalmente visité la ciudad de Nueva York en los Estados Unidos.
Por su postura crítica al gobierno cubano, Guillén es encarcelado y mediante juicio es absuelto, pero su periódico clausurado.
En 1953, mientras está en Chile, ocurre el asalto al cuartel Moncada y Nicolás Guillén se ve obligado a estar en el exilio hasta el año 1959, en que regresa a Cuba tras el triunfo de la Revolución Cubana.
Guillén identifica el valor y la importancia de la influencia africana en la cultura cubana, desde la música, hasta las relaciones sociales, el modo de ser del habanero, pero también celebra el mestizaje, a la mujer y las emociones intensas y cotidianas del pueblo de Cuba.
La decisión de escribir sus ideas en forma de canción fue la razón principal por la cual la poesía de Nicolás Guillén se hizo popular. Cantantes cubanos como Bola de Nieve, españoles como el bailarín flamenco Enrique Morente; mexicanos como Café Tacuba y el puertorriqueño Héctor Lavoe y muchos otros, han llevado los poemas de Guillén a casi todos los géneros musicales, por más de 80 años.
Fragmento del poema: Tengo.
Tengo, vamos a ver,
que ya aprendí a leer,
a contar,
tengo que ya aprendí a escribir
y a pensar
y a reír.
Honores y premios de Nicolás Guillén
En 1954 le fue otorgado el premio Lenin de la paz; en 1975 le fue conferido el título de Doctor Honoris Causa en Lengua y Literatura Hispánicas de la Universidad de La Habana, en atención a sus altos merecimientos literarios, indiscutible maestría en el dominio de la lengua española. La Universidad de Tabasco le otorgó el título de Maestro Emérito y en ciudad México el Instituto de Bellas Artes el Diploma al Mérito Humano; el Consejo de Estado de la República de Cuba le otorgó la orden José Martí, la más alta condecoración del estado cubano y el Ministerio Cultural el Premio Nacional de Literatura en 1983; ese mismo año recibió Guillén el Premio Mundial de Poesía otorgado en la India; en Colombia en 1984 fue condecorado con la Orden Caro y Cuervo y las universidades del país le otorgaron el título de Doctor Honoris Causa; así como también la Universidad de Guayaquil y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, de Lima en Perú; además de otros importantes reconocimientos.
Nicolás Guillén falleció en La Habana el 16 de julio de 1989. Su féretro fue llevado frente al monumento a José Martí.
Todavía en nuestro país, escuchamos salsa en los bares con las letras de Nicolas Guillen y aun entre muchos estudiantes universitarios encuentran sus razones entre las palabras del poeta de Camagüey, Cuba.
Bibliografía
CANCIÓN
1
¡De que callada manera
se me adentra usted sonriendo,
como si fuera la primavera!
¡Yo, muriendo!
2
Y de que modo sutil
me derramo en la camisa
todas las flores de abril
3
¿Quién le dijo que yo era
risa siempre, nunca llanto,
como si fuera
la primavera?
¡No soy tanto!
4
En cambio, ¡Qué espiritual
que usted me brinde una rosa
de su rosal principal!
5
De que callada manera
se me adentra usted sonriendo,
como si fuera la primavera
¡Yo, muriendo!
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