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Khalil Gibran, el poeta de la paz y la contracultura

Khalil Gibran nace en 1883 en la aldea libanesa de Bisharri, en el seno de una humilde familia maronita. Los Maronitas son cristianos orientales y al igual que los Coptos egipcios deben su fe a un cristianismo oriental, diferente del cristianismo romano occidental. Los maronitas son por tradición pacifistas, pero no están exentos de contradicciones propias de toda fe de cualquier territorio en conflicto.     

El puerto de Beirut en el Líbano, a mediados del siglo XIX, se había convertido en uno de los principales puertos del Mediterráneo Oriental y en una ciudad moderna donde se encontraban instalados los comerciantes y los consulados. Era el eje de paso para acceder a Damasco y atender a los asuntos relacionados con los Santos Lugares.  En aquel momento era la más occidental de las culturas del medio oriente.  Por muchos años se le considero la suiza del medio oriente debido a su crecimiento e importancia económica hasta que sobrevinieron las guerras y el remanso de paz se convirtió en tierra arrasada   y de disputas religiosas, en el fondo económicas, finalizado el siglo XX. 

A muy temprana edad, Gibran mostró una pasión singular por el dibujo; no le era difícil convertir una hoja con una forma humana o en un paisaje lleno de los robles maravillosos del Líbano. En algunas ocasiones, que no había papel en la casa, afirman algunos de sus biógrafos, él poeta simplemente salía y pasaba horas dibujando sobre la nieve. 

Siendo a un niño, su familia menos su padre, decide abandonar el Líbano y residenciarse en los Estados Unidos. Su madre y hermanas trabajaran arduamente para que el pequeño Jalil, así también lo conocemos en occidente, pudiese desarrollar todo su talento artístico en las letras y la pintura. 

Cumplidos los doce años, Gibran fue matriculado en una escuela para los hijos de inmigrantes y su nombre fue americanizado a Kahlil Gibran. Inicialmente mostró una gran promesa como artista visual y tomó lecciones con el renombrado fotógrafo simbolista Fred Holland Day. Más tarde, Gibran recibirá educación tanto en Siria como en París. 

Su amado Líbano fue crisol de culturas y cosmogonías, la experiencia del Poeta con éstas, desde sus primeros años, alimentó posteriormente su cultura cosmopolita , hizo que se conjugaran en él una gran sensibilidad a la vez religiosa y mística. El lenguaje que Gibran empleó a través de sus personajes, rememora el lenguaje profético y sapiencial de los personajes bíblicos y más concretamente el de Jesus.  Muchos en Occidente nos vamos a sorprender con su libro; “Jesus el hijo del hombre” obra donde el autor nos ampliará el marco de las escrituras y los evangelios sin romper el canon. Es verdaderamente especial leer de esta obra: “María Magdalena. Sus encuentros con Jesus” para darnos cuentas que estamos ante un prosista luminoso, un narrador capaz de ampliar con su imaginación momentos y escenas, reales para quien tiene fe, o un relator fantástico para quien no la tiene. 

En él confluyó una extrema sensibilidad y una clara inteligencia que dieron lugar, como le gustaba definirse, un espíritu libre y claramente incalificable desde su estilo literario. 

El ser a la vez árabe y cristiano le permitió crear senderos de entendimiento universal, lo  que  le aportó a muchos jóvenes de la contracultura norteamericana de los años sesenta, abrazarlo como su poeta de cabecera. Valorado por multitudes, pero menospreciado por algunos sectores de la crítica. Sus libros de poemas y relatos han sido traducidos a más de 40 idiomas y sus ediciones se multiplican en cientos de plataformas actuales de ventas. Por fortuna quienes hablamos castellano hemos gozado de la traducción completa de su obra y nuestras bibliotecas universitarias y públicas tiene entre sus ofertas, por lo menos un ejemplar de “El Profeta” obras sin lugar a duda, de amplio conocimiento y de uso público.  

“El Profeta” es una colección de veintiséis poemas en prosa, cada uno de los cuales trata de un tema vital de la vida como:  “Amor”, “Libertad” o la “Oración”, a menudo en forma de  alegoría o fábulas, a manera de relato con enseñanzas. A pesar de la recepción crítica mixta en el momento de su publicación, el libro nunca se ha agotado y Gibran está considerado entre los poetas más vendidos de todos los tiempos. Al lado de la Biblia y el Quijote las obras de Gibran se venden hoy en forma amplia.  

Su estadía en la ciudad de Boston que  fuera su residencia por muchos años, dejo entre sus habitantes una honda huella que aún prevalece en una tumba vacía como homenaje a la ausencia física del poeta, debido a que el gobierno libanes realizó una incesante gestión  diplomática para repatriar el cuerpo del poeta. 

“En vida, Gibran mantuvo amistades con figuras como Carl Jung, Auguste Rodin y WB Yeats. Su obra, y especialmente El profeta, tuvo una influencia sustancial en los escritores de la década de 1960, cuando el libro alcanzó una segunda época de aclamación crítica. Los músicos David Bowie, Johnny Cash, John Lennon y Elvis Presley escribieron o citaron el trabajo de Gibran”, como lo destacamos en esta  traducción,  del Distrito Literario de Boston (Boston Literary District) en una de sus páginas en internet dedicadas al poeta. 

Esa acogida del poeta en los círculos artísticos de Boston preocupo a su madre de que éste perdiera sus raíces y decide retornarlo al Líbano; allí pudo estudiar de forma independiente, leer mucho en literatura árabe y francesa, iniciar una revista de poesía en la escuela y ganar un concurso de poesía. Varias de las obras de ficción de Gibran, incluida la novela “Alas rotas” “The Broken Wings, de 1957, están ambientadas en Beirut y otras partes del Líbano en esta época. 

Permanece en el Líbano durante 4 años y retorna a los Estados Unidos. Conoce a Mary Elizabeth Haskell, quien se convertirá en musa y mecenas.  

Haskell y Gibran se conocieron en 1904 en el estudio de un amigo. Él tenía veintiún años y ella casi treinta y uno. Impresionado con su arte, Haskell pronto ofreció enviar a Gibran a París para estudiar pintura, con un estipendio de 75 dólares al mes, equivalente a unos 2.000 dólares en la actualidad;  él aceptó. En una carta a un amigo escrita poco antes de partir hacia París en 1908, Gibran describió a Haskell como “una mujer ángel que me está guiando hacia un futuro espléndido y allanándome el camino hacia el éxito intelectual y financiero”.  

Esta relación desafió todas las formas de clasificación de una relación convencional entre hombre y mujer, era indudable que se amaban y admiraban mutuamente, pero un postulado incuestionable irradió esa relación: el enorme y eterno amor que se tenían el uno al otro, que cobra vida en la obra póstuma “Amado Profeta”: Las Cartas de Amor de Kahlil Gibran y Mary Haskell. 

Poderoso fue el papel de Gibran en el fomento de la verdadera diversidad de pensamiento y en la expansión del ancho de banda intelectual, ideológico y espiritual de Estados Unidos con posterioridad a la década de los sesenta. Abrazando su identidad árabe, sin minar su herencia mística cristiana, ayudó a dar forma a una nueva identidad a la cultura estadounidense. Las enseñanzas de Gibran, “Ahórrame los eventos políticos y las luchas de poder, ya que toda la tierra es mi patria y todos los hombres son mis compatriotas”, fueron tremendamente universales.  

Y aunque el hombre de carne y hueso haya muerto en 1931, sus obras tienen hoy una vigencia y una órbita de lectura ampliamente universal, sus pensamientos y reflexiones son hoy la cimiente de un mundo que se encuentra más interrelacionado, hacia conceptos que vienen creciendo, hasta formar una flor de vida vestida de pétalos de: diversidad, amor, paz, sostenibilidad y esperanza para toda la humanidad.  

En el Líbano hay  hoy una tumba con los restos de Gibran con el siguiente epitafio: “A qui yace  Khalil Gibran entre nosotros.”  

Frases:  

  • “El egoísmo, amigo mío, origina ciegas disputas, y las disputas engendran guerras, y las guerras traen consigo la autoridad y la fuerza, que son la causa de los enfrentamientos y la opresión”. 
  • “Solo la semilla que rompe su cáscara es capaz de atreverse a la aventura de la vida”. 
  • “Y hay quienes tienen poco pero lo dan todo. Estos últimos creen en la vida y en la generosidad de la vida, es por lo que sus cofres jamás están vacíos”. 
  • “Mi enemigo me dijo: “Ama a tu enemigo”. Y yo le obedecí y me amé a mí mismo”. 
  • “La vida sin amor es como un árbol sin flores ni frutos”. 
  • “El amor no da ni toma nada, excepto de sí mismo”. 
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