Después de los sucesos del 20 de julio de 1810, surgió un gobierno de Juntas Independientes, representando cada provincia del reino. Allí se dan acuerdos y desacuerdos como lo relacionado con la elección de la forma de gobierno: centralista o federalista. La Junta Suprema de Santa Fe de Bogotá se proclamó por el sistema centralista, pero la mayoría de las demás provincias, entre ellas Antioquia, fueron partidarias del régimen federal.
La Junta Suprema de la provincia de Antioquia, redactó en junio de 1811 una constitución provisional. Posteriormente una Asamblea Constituyente, reunida el 29 de diciembre de 1811, proclamó el 21 de marzo de 1812 una constitución del Estado de Antioquia, firmada en Rionegro. Ese mismo año se decretó el sello más antiguo del estado y se reconoció al Congreso de la Nueva Granada como autoridad suprema de las Provincias Unidas.

El manejo de poder se repartió entre Santa Fe de Antioquia y Rionegro, allí se habían fortalecido ampliamente los cabildos y las Juntas. Ambos fueron centros de poder y de riqueza.

El movimiento independentista y de reconquista en Antioquia, fue de los más pacíficos entre todos los de las distintas provincias del Nuevo Reino.

En resumen:

“De los representantes al cabildo surgió la Junta Superior Provincial como suprema autoridad de la ciudad de Antioquia y luego el Serenísimo Colegio Constituyente. Se adoptó entonces el sistema de Estado Soberano unido a las otras provincias en forma federativa y entró a ser parte vital de la confederación de las Provincias Unidas de la Nueva Granada. Este proceso se da pacíficamente, sin enfrentamientos sociales y con participación de los locales y las autoridades virreinales, tanto las civiles como las militares.” 1

Sin embargo comenzó a manifestarse la sombra de la reconquista en cabeza del Teniente General de los ejércitos de España Pablo Morillo y Morillo. Esto y la cercanía del virrey Juan Sámano y las fuerzas realistas a la provincia, obligaron a que el presidente José Miguel de Restrepo solicitara un gobierno más fuerte, cosa que se hace en la persona de Juan Bautista Antonio María del Corral, quien asumió el mando en julio de 1813, con las atribuciones de presidente dictador, hasta su muerte en abril de 1814.

Juan del Corral dirigió y firmó la declaración de independencia absoluta de Antioquia con respecto a España el 11 de agosto de 1813, en Santa Fe de Antioquia. Fecha insigne para el departamento y los antioqueños. Del Corral buscó y se asesoró de personalidades, como el sabio Francisco José de Caldas, para la defensa de la provincia frente a los reconquistadores. Fue un gobierno fuerte y represivo. En 1815, en Envigado se expidió otra constitución que modificó la dictada en 1812.

Las fuerzas realistas comandadas por Francisco Warleta derrotaron a las fuerzas antioqueñas el 22 de marzo de 1816 en La Ceja Alta del Cancan, lo que llevó al abandono del poder del gobernante de turno Dionisio Sánchez Tejada. Warleta entró a Medellín el 7 de abril de ese año. Cumpliéndose así la reconquista en Antioquia. Pablo Morillo nombró gobernador de Antioquia y Chocó, el 21 de julio de 1816 a don Vicente Chávez de Lima, mandatario progresista, quien ejerció hasta 1818.

La Sala Antioquia posee una colección considerable de documentación entre las cuales se encuentran la Constitución del Estado de Antioquia, sancionada en mayo de 1812, de la imprenta de Bruno Espinosa en Bogotá; y una relación de las actividades realizadas en la Villa de Medellín en 1816 a raíz del cumpleaños del Rey Fernando VII, editado en Antioquia en la Imprenta Real por don Manuel Viller Calderón.

Estos textos en sí representan el movimiento que efectuaron los colombianos de la época, en especial en la Provincia de Antioquia durante este periodo revolucionario, los dos extremos del periodo 1810 – 1816. La proclama de independencia con una constitución reconociendo un nuevo estado, con ideas revolucionarias como base. Posteriormente tras la reconquista pasan a celebrar con “agrado” y “reverencia”, según se lee, el cumpleaños del rey Fernando VII. Este último texto tiene órdenes del día, disposiciones, pronunciamiento de alcaldes y un escrito del Presbítero doctor José Miguel de la Calle, quien curiosa y paradójicamente había sido presidente, por más de un mes, del Estado de Antioquia después de la muerte de Juan del Corral.