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Fernando Botero: Maestro y estudiante eterno

Fernando Botero, uno de los mayores referentes del arte colombiano, falleció el 15 de septiembre de 2023 en Mónaco, a los 91 años. Sin embargo, su legado artístico permanece tan vibrante como en sus primeras exposiciones, ya que su prestigio y su visión han superado las barreras geográficas, ocupando espacios en destacadas galerías de Nueva York y otras ciudades esenciales del arte global.

En la década de los noventa, Botero sorprendió al mundo al volver a la pintura con una serie desgarradora y de denuncia social sobre las torturas en Abu Ghraib. Este retorno inesperado, tras años dedicado principalmente a la escultura, mostró su habilidad para unir el estilo figurativo característico con un poderoso mensaje de crítica y empatía humana. Su famosa técnica del volumen, que define su obra, fue el medio a través del cual transmitió su protesta y sensibilidad.

Desde joven, el talento y la pasión por el arte lo llevaron a formarse en instituciones como la Universidad de Antioquia y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, donde se nutrió de la obra de maestros como Goya, Velázquez y Uccello. El escritor Ángel Castaño Guzmán destaca esta constante búsqueda de conocimiento que fue clave en su carrera: en el Museo del Prado, Botero no solo miraba, estudiaba cada trazo y color, impregnándose de la perspectiva renacentista que marcaría su obra.

El estilo de Botero, donde la tradición renacentista se une al expresionismo contemporáneo, da vida a figuras voluminosas y cautivadoras. En sus escenas de bohemia en Medellín, su visión de la tauromaquia, y personajes emblemáticos como Pablo Escobar, Botero nos muestra un universo propio, donde lo local se vuelve universal a través de una mezcla de movimiento, color y formas exuberantes.

El volumen y la profundidad de su estilo no solo se evidencian en sus pinturas, sino también en sus esculturas, hoy símbolos urbanos en ciudades como Medellín, Bogotá, Nueva York y Madrid. Estas esculturas no solo embellecen los espacios públicos, sino que también integran el arte en la vida cotidiana, invitando a una interacción diaria con la obra.

Su generosidad lo llevó a donar dos valiosas colecciones a su país natal: una en el Museo Botero de Bogotá y otra en el Museo de Antioquia, en su amada Medellín. Estas colecciones brindan a colombianos y extranjeros la oportunidad de conocer de cerca la diversidad técnica y estilística de un artista que marcó profundamente el arte del siglo XX.

Fernando Botero, con su estilo inconfundible y su perspectiva única, ha dejado una profunda huella en la cultura colombiana y mundial. Su amor por el arte se extiende más allá de las salas de exhibición y vive también en espacios de aprendizaje, como la Biblioteca Pública Piloto. Aquí, su obra es accesible a nuevas generaciones no

solo como experiencia visual, sino como una invitación a explorar su mundo creativo a través de palabras e imágenes. En cada página de los libros de la Sala Antioquia, en la obra que resguarda la entidad, y en cada pequeño que participa en el Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero, su espíritu artístico resuena y perdura.

Como los grandes maestros, Botero no solo nos legó un conjunto de obras; dejó una herencia de curiosidad y admiración que inspira a los lectores y soñadores del futuro.

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