Somos una biblioteca de carácter patrimonial y por tanto, nuestro quehacer va más allá de ser un depósito de libros y antigüedades. Nuestra labor va desde la conservación del patrimonio que resguardamos, hasta su apropiación por parte de la ciudadanía. Darle sentido a cada una de nuestra colecciones y facilitar la conexión entre el conocimiento, el patrimonio y la historia con las nuevas generaciones nos convierte hoy en un puente entre dos tiempos.
Para cumplir este objetivo, La Piloto se ha trazado cuatro líneas de trabajo:
1. Centro vivo de información, pensamiento y conocimiento:
En la actualidad ‘biblioteca’ es un término amplio, que se relaciona con una concepción extendida y generosa del conocimiento, el cual no se adquiere solo leyendo, sino también conversando, escribiendo, asistiendo a cine, escuchando música, conectándose a internet, etcétera. Ese espectro ampliado de actividades las convierte en centros vivos, en núcleos en torno a los cuales comienzan a orbitar las personas y las figuras protagonistas del arte, la cultura y la ciencia, y a donde llegan todos aquellos con apetito de saber y conocer.
2. Patrimonio y memoria vivos:
Durante décadas hemos acopiado libros, periódicos, revistas, planos, correspondencia, caricaturas, fotografías y documentos que, con el correr del tiempo, se han convertido en piezas de carácter patrimonial por la relevancia histórica que adquirieron, o por constituirse en piezas únicas. Hoy en día ese acopio nos otorga un decidido carácter de biblioteca patrimonial. Nuestro rol de ser custodios de la memoria de Medellín, de Antioquia, y aún de Colombia, nos mueve a invitar a la ciudadanía a que conozca nuestras colecciones patrimoniales, en un ejercicio de mediación en el cual nosotros hacemos las veces de un puente entre tiempos, y acercamos el pasado al presente.
3. Aprendizajes y co- creación:
Un centro de pensamiento también es un lugar de experimentación y formación. Desde esta perspectiva, recogemos la tradición que por años han tenido los talleres literarios de La Piloto; los reafirmamos y los ampliamos. Además fortalecemos el carácter de creación colectiva que allí se experimenta y los usamos como punto de partida para invitar a nuevos usuarios, sin importar el límite de edad.
Somos un laboratorio de experimentación en torno a la literatura, la escritura y la oralidad. Para nosotros las letras y las palabras son el insumo.
4. Incidencia social y cultural:
No estamos confinados a los muros de nuestra sede central y de nuestras filiales. Cada que alguien nos visita, consulta material, asiste a una cátedra, toma un taller. Toda vez que, en suma, alguien aprende algo nuevo con nosotros y lo lleva a su territorio, allí también llega La Piloto. Eso es incidencia. De ese modo nos insertamos en el día a día de la ciudad y le devolvemos a la sociedad lo que ha invertido. También entramos en contacto con otras instituciones que son afines a nuestra misión, y junto a ellas compartimos agendas, proponemos nuevos enfoques, participamos de sus proyectos y ellos de los nuestros. De ese modo podemos llevar nuestros mensajes, nuestras colecciones, y nuestros servicios mucho más lejos.