Estoy ingresando  a la Sala General de la Biblioteca Piloto, vamos a hacer un recorrido rápido para saber  que nos puede ofrecer como novedad y  los usos contemporáneo de esta  Biblioteca renovada, desde este amplio espacio que siempre hemos conocido con el nombre de Sala General.

Las colecciones son abiertas, ¡maravilloso! Lo que significa que puedo tomar los libros de los estantes sin ningún tipo de  restricción y mediación, claro que todavía veo  referencista, así que si no sé, cómo  acercarme a los libros, le puedo solicitar a uno de ellos que me oriente y me ayude a atrapar al que necesito.  Las mesas están muy bonitas y las sillas son nuevas y livianas, lo que  me permite trabajar en grupos de diferente dimensión  o en forma individual, porque veo mesas con un solo puesto. También aprecio que cerca de esas mesas hay tomas de energía para que podamos servirnos de una fuente  y así alimentar nuestros  dispositivos que manejemos  para la lectura o para el almacenamiento de nuestra información.

Aún continúan en la Sala  los grandes ventanales con vista a la autopista y el mural de Dora Ramirez que una vez la artista trabajara con un grupo de los niños de su taller, pero, algo sí ha cambiado; al parecer alguien le ha quitado el infernal ruido a los  carros, ¡mmm!, pero ¿cómo lo hicieron?, ya  veo, las ventanas están selladas y pusieron unos cercos en piedra en la zona verde como protección para mitigar o rebotar el sonido; por eso ahora, nos puede hace más ruido el de al lado que los carros de la autopista, bueno aunque puedo estar exagerando, el ruido se mitigo.

No sé a quién se le ocurrió traer unos muebles de sala, como todos los que tenemos en casa, ¡pero se ven bien! Ahora muchos dejan las mesas y se sientas en esos “puf” perdón sofas y se apoltronan a leer o a pensar, que también es muy productivo. Yo se que a la Biblioteca no se viene  a dormir, pero a nadie se le niega una intempestiva cita con Morfeo.

Al parecer en esta área hay de todo, menos de literatura, que está ubicada  en el  segundo piso para aminorar las continuas distracciones de transito de público del primer piso. En toda la zona divisoria entre el primero y segundo piso ubicaron puestos de lectura  con lámparas de mesa, son en total 75 puestos de lectura, un  espacio público, re-inventado, intergeneracional y acondicionado técnicamente.

La Biblioteca tiene una red inalámbrica libre, de muy buena  velocidad de internet, claro que puede tener  su límites dependiendo del número de  usuarios que se encuentren conectados. La Piloto tiene un robusto banco de imágenes, audios y documentos digitalizados a los que todos podemos acceder. Ahora todo el mundo entra a la Biblioteca con sus pertenencias.

Bueno, ya les conté lo que me gusta de este espacio en la Piloto. Tengo sobre la mesa unas lecturas comenzadas que aun deseo continuar, pero sí quiere comprobar lo que le digo, venga y dese un paseo por este maravillosa y renovada edificación de puertas abiertas.