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Ariel Armel Arenas. Pedagogía para un consumidor informado y responsable.

Don Ariel se ha ganado un puesto en la televisión colombiana igual que aquel que muchos años atrás obtendría el afamado sacerdote Salesiano Rafael Garcia Herreros para brindarle una vivienda a los colombianos sin hogar; pero el minuto de don Ariel no es con lo divino, sino con el sagrado consumo de los colombianos. 

Este quindiano nacido en los campos fértiles del municipio de Montenegro, se formó como abogado y economista. Ha ocupado diversos cargos públicos y privados, casi todos ellos relacionados con la industria, el comercio y el consumo.  

Fue director del Instituto de Mercadeo Agropecuario (IDEMA), esa red de mercados que, durante los primeros años de la década del setenta, intentaba desarrollar el agro nacional mediante la elaboración de un eslabón que redujera la distancia entre el campesino productor y la mesa de los sectores de la población más necesitados. 

Nacido un 29 de agosto de 1935, el pedagogo del consumo y formador de prácticas y expresiones que hoy son parte del saber del consumidor colombiano, continua con sus más de ochenta años, siendo el defensor y la figura principal de la Federación Colombiana de Consumidores; entidad de la cual fue fundador, en compañía de José Raquel Mercado y Tulio Cuevas, presidentes de la Confederación y Unión de Trabajadores Colombianos respectivamente. 

Este defensor de los consumidores sabe que consumo y producción sostenibles, representan hacer más y mejor, con menos; y de desvincular el crecimiento económico de la degradación medioambiental, aumentar la eficiencia de recursos y promover un estilo de vida sostenible. 

Por su formación en derecho y economía ha impulsado la creación de normas y leyes en el estado colombiano que le han dado un piso jurídico y abundante, no solo en la defensa del consumidor, sino de la vida y el medio ambiente. Sólo para recordar, el doctor Armel fue impulsor de normas como: la “Ley Armel” por la cual el Estado Colombiano interviene en la distribución de bienes y servicios para la defensa del consumidor, creando mecanismos para su defensa como las” Ligas y Asociaciones de Consumidores”, el Sistema Nacional de Consumo ”Congarantía” y el programa de televisión “El Boletín del Consumidor”; todas ellas enfocadas en la formación de una sociedad huérfana de garantías correspondientes a una moderna sociedad de consumo. 

Una de sus más recientes iniciativas, nos imaginamos de la mano de otros connotados profesionales vinculados con la Confederación de Consumidores, es la ley conocida como: “Un bosque en cada municipio” – Ley 2173 del 30 de diciembre de 2021. Norma que busca pasar de la reacción y pasividad de la deforestación ambiental a la acción decidida de las administraciones municipales por la conservación y creación de áreas naturales protegidas en los 1.104 municipios y demás entidades administrativas locales que conforman el país. Una iniciativa inspiradora, retadora y con alas en defensa del medio ambiente. 

Él le hace honor a su nombre cuyo significado es “León de Dios”, al convertirse no solo en el acérrimo defensor del consumidor sino en el auténtico precursor de una sociedad de consumo sostenible y eco pensante. Hagamos un breve repaso por las características que relacionan y distinguen a un auténtico consumidor responsable e informado:  

 

  • Es consciente, libre de elección y distante de las dinámicas impuestas por la publicidad y las modas impuestas. 
  • Es un consumidor crítico, se pregunta por las condiciones sociales y ecológicas en las que ha sido elaborado y producido un producto o servicio. 
  • Es ético, se basa en valores como la responsabilidad y el respeto de los derechos de los productores y del entorno. 
  • Es ecológico, busca marcas y productos elaborados con sostenibilidad ambiental.  
  • Es saludable, fomenta un estilo de vida basado en hábitos alimenticios sanos y equilibrados y en la compra de productos de calidad y respetuosos con el entorno. 
  • Es sostenible, consume estrictamente lo necesario para mejorar la calidad de vida del planeta y el equilibrio medioambiental. Da prioridad a productos con envases retornables o reutilizables. 
  • Es socialmente justo, se basa en los principios de no discriminación y no explotación. Compra al productor local y favorece la circulación de la economía. 
  • Tiene poder de transformación social. Las personas consumidoras tienen el poder de transformar un mero acto de consumo en un verdadero acto de la ciudadanía.  
  • Piensa Holísticamente Al comprar algo, considera también el impacto causado por los residuos y la basura que genera. 
  • Compra el contenido y no el envase. Muchas veces se paga más por todo lo que implica la fabricación y la eliminación de los envoltorios, que se tiran directamente a la basura, que por el contenido. 

 

El 9 de diciembre de 2013 el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos creó la Orden al mérito: “Ariel Armel Arenas, como reconocimiento a la notable contribución y aporte para la defensa de los derechos de los consumidores en Colombia”. Un acto que exalta la vida y la obra del quindiano; pues su condición de defensor del consumidor y del medio ambiente hacen de don Ariel Armel Arenas uno de los más connotados pedagogos y juristas de nuestra sociedad, además de ser uno de los más destacados humanistas vivos, capaz de relacionar en una misma línea de pensamiento: progreso, bienestar social y defensa de la naturaleza. 

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