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A la Luz del Archivo

En 1828 Nicephore Niépce envió una carta a su socio Daguerre, en la que escribió: “Ardo en deseos de ver tus experimentos tomados de la naturaleza”. Desde ese entonces la expresión “arder en deseos” hizo eco en las mentes curiosas de la época, ver el mundo a través de fotografías se había convertido en una añoranza. Por esos años la experimentación fotográfica estuvo en boga, pero no fue hasta el 19 de agosto de 1839 cuando aparece el daguerrotipo, que la reproducción de imágenes cobró relevancia. El invento permitió que las personas fueran retratadas y marcó un antes y un después en el rumbo de la fotografía. Desde ese momento, agosto se convirtió en un mes icónico para “arder en deseos”, gracias al invento que permitió perpetuar el recuerdo a través de imágenes.

No pasó mucho tiempo para que el invento se expandiera por todo el mundo, hasta llegar al contexto colombiano casi dos décadas después, donde empezaron a emerger los primeros curiosos que exploraron la técnica y se convirtieron en los pioneros de la fotografía en el país.

Muchas de esas exploraciones consolidaron grandes archivos, colecciones y fondos que han permitido reconocer la evolución de la técnica fotográfica en Colombia, especialmente en Antioquia, donde llegaron y emergieron grandes fotógrafos que pusieron ante los ojos del mundo la realidad detrás del lente.

A la luz del Archivo Fotográfico de la Biblioteca Pública Piloto se conservan más de un millón ochocientas fotografías que revelan el trabajo de varias generaciones de fotógrafos, que han permitido construir una historia de la fotografía en Colombia, con archivos, soportes y dispositivos fotográficos que datan de 1848 hasta el 2020, un amplio periodo histórico que devela la evolución técnica y conceptual que ha tenido la fotografía. Desde que empezó a consolidarse el archivo, en 1978, se convirtió en una fuente para indagar en el pasado, en un espacio propicio para los hallazgos, las remembranzas y para mantener viva la memoria.

El archivo es un medio para interpretar el pasado contrastándolo con el presente. Un instrumento de apoyo a la investigación, una forma de expresión artística, de deleite estético en el que entra en juego lo artesanal y también lo comercial, entendiendo estas fotografías no sólo como un oficio para el placer, sino para el sustento de los fotógrafos que por muchos años lo concibieron como trabajo.

El invaluable valor histórico y patrimonial del material que resguarda el archivo lo ha convertido en el más importante de Colombia, en uno de los más destacados de Latinoamérica y el cuarto a nivel continental. Lo que indica que más allá de su impacto nacional, se ha abierto ante los ojos del mundo como un espacio potencial para la investigación y la creación de contenidos desde diferentes enfoques y perspectivas.

Las fotografías que se salvaguardan son una fuente visual de reconocimiento del mundo, de la ciudad, su esencia, los espacios que se han habitado, las costumbres y tradiciones que se han practicado, un universo de genealogías y rostros familiares que atestiguan un pasado que se mantiene intacto en imágenes. Por muchos años han resonado con fuerza los nombres de los precursores de la fotografía en Antioquia, sin embargo, esa lista de nombres y apellidos ha crecido a medida que los dispositivos y herramientas tecnológicas han brindado otras posibilidades y formas de entender la cultura visual, con esto la fotografía y su función social.

El furor actual de las imágenes ha impulsado a que estos archivos patrimoniales se empiecen a difundir de manera digital, que más allá de su soporte físico que debe tener un estado de conservación especial, puedan abrirse al mundo desde los nuevos medios. Es así como la Biblioteca Digital de la Biblioteca Pública Piloto, desde el 2021, busca expandir estos archivos a formatos digitales para que tengan mayor accesibilidad. Desde el análisis y la digitalización se ha buscado dar a conocer los diferentes fondos y colecciones que se salvaguardan, y que, por su trascendencia patrimonial e histórica, es fundamental la conservación migrando a las posibilidades que brinda la biblioteca digital. Se han analizado aproximadamente 36.000 y digitalizado 11.233 fotografías, cifras que evidencian un considerable esfuerzo por la conservación, difusión y el acceso a casi dos siglos de historia en imágenes.

Es evidente que la idea de arder en el deseo de conocer el mundo a través de la fotografía traspasó los límites de lo alguna vez se llegó a imaginar. Hoy en día gran parte de la vida gira en torno a la imagen, de ahí la importancia de que a través de lo digital se le dé una relectura al patrimonio, como una manera de mantenerlo vivo a la luz del archivo fotográfico.

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