Aunque muchas personas no le encuentren ningún sentido al hecho de que un grupo de jugadores corran detrás de un balón, o al que miles de espectadores de un evento futbolero se emocionen al contemplar la magia que se vislumbra entre gambetas, chalacas, vaselinas y jugadas con proezas individuales o colectivas, es innegable que el fútbol se ha convertido en el monarca de los deportes a nivel mundial. En Colombia, samarios y barranquilleros se disputan el lugar de origen del fútbol en el país, sin embargo, en la Revista Credencial, otra hipótesis es señalada.
En ella se dice que su origen se remonta a 1892 y que fue una iniciativa del coronel Estadounidense Henry RownLemly, quien para ese entonces se desempeñaba como director de la Escuela Militar. Apunta igualmente que fue en 1912 el año en el que el fútbol colombiano empezó a tener carácter de espectáculo, y aduce a una de las primeras copas disputadas: “La Copa Restrepo”, ofrecida por el entonces Presidente de la República, el antioqueño Carlos E, Restrepo. [1] Pese a no haber una sola versión unificada sobre sus antecedentes, no cabe duda alguna de la importancia social, cultural y económica que este deporte ha tenido a través del tiempo en el país.
En Antioquia, el fútbol empieza hacerse visible a comienzos del siglo XX y fue el Deportivo Independiente Medellín quien bajo el nombre de “Medellín Football Club”, inicia el desarrollo del fútbol antioqueño, equipo fundado entre 1913 y 1914 por Alberto Uribe Piedrahita. El Atlético Municipal por su parte fue fundado en 1947, un año antes de que se diera paso al Campeonato Nacional Colombiano; equipo que años después cambió al nombre de Club Atlético Nacional. El equipo “verdolaga”, como popularmente es denominado, ha sido el conjunto antioqueño que más títulos nacionales ha conseguido, 16 en total. Su primera estrella fue conseguida en 1954, dulce victoria que se le debe a Humberto “Turrón” Álvarez, ya que fue quien marcó el único tanto del partido. [2]
Humberto Álvarez quien debe su apodo al tendero del barrio que lo tenía como el mayor cliente de este apetitoso dulce, debió dejar a un lado su pasión con el balón, tras una lesión de rodilla, que lo alejó de las canchas, a la edad de 27 años. Nacional es el único equipo colombiano ganador en dos ocasiones de “La Copa Libertadores de América”. El primer título fue logrado en 1989, al mando del técnico Francisco Maturana, fue conseguido con la base de un equipo cuya característica primordial fue la de ser todos colombianos y a los que se le empezó a conocer como el equipo de “los criollos”. Entre los antioqueños que formaron parte de este equipo podemos mencionar a: René Higuita. Leonel Álvarez, Andrés Escobar, Gildardo Gómez, Alexis García, entre otros. Algunos de estos jugadores fueron llamados para hacer parte de la Selección Colombia que de nuevo y después de una larga espera de casi 28 años, -pues la primera participación en un mundial del fútbol fue en Chile 1962-lograron la clasificación que los llevaría al mundial Italia 90.
Son muchos los futbolistas antioqueños que a lo largo de las décadas se han destacado como habilidosos jugadores y que aportaron a los clubes donde pertenecieron victorias importantes, sumando logros a sus equipos. Uno de estos referentes es Hernán Darío “El Arriero” Herrera. Conocido con este sobrenombre por trabajador y las gambetas que hacía. Desde los 15 años fue reclutado por la Selección Antioquia. Jugó para el Atlético Nacional, América de Cali y la Selección Colombia.
El arriero, haciendo honor a su apodo, transportó con habilidad, la esfera blanca y negra que le permitieron consagrarse como un jugador destacado en la mitad de la década de los 70s, principios de la década de los 80s y 90s. Víctor Hugo Aristizabal “ Aristigol”, también es uno de esos referentes del fútbol antioqueño y colombiano, delantero que además de hacer parte de la Selección Colombia, también jugó en España en el Valencia C.F y en los clubes de Brasil: Sao Paulo, Santos, Vitória, Cruzeiro y Coritiba. Para bien de este apasionante juego, las mujeres también han sido parte importante en la evolución de este deporte. Aunque la lucha de estas guerreras del balompié ha sido ardua para posesionarse y tener las mismas garantías que tiene el fútbol masculino, no han bajado la guardia, y poco a poco con disciplina y talento han demostrado que merecen mejores condiciones. Una de las pioneras del fútbol colombiano es la antioqueña, Liliana Zapata, quien dejó el fútbol como jugadora para retomarlo como entrenadora. Ella es un referente valioso que ha despejado el camino a otras mujeres que como ella, tuvieron y algunas hoy en día tienen, que lidiar con prejuicios sociales que las señalan de mala manera. Actualmente el fútbol femenino colombiano ha tenido un gran avance y jugadoras antioqueñas han aportado a esta evolución. Podemos mencionar entre otras a: Catalina Usme, Sandra Sepúlveda, Daniela Montoya.
El grito de un gol al unísono, los aplausos ante las atajadas de los arqueros, los oles ante las sacadas de balón cual gran torero, risas, llantos, comidas de uñas, euforia y frustración, son el cúmulo de acciones y sentimientos reflejados en los espectadores que en vivo o en algún medio tecnológico, disfrutan de este juego que al parecer nació para quedarse. En la Sala Antioquia de la Biblioteca Pública Piloto, podemos encontrar información relevante acerca de este deporte, especialmente archivo de prensa y periódicos del siglo XX y XXI, que pueden ser de gran interés para estudiosos, investigadores y público en general.
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