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SIGMUND FREUD Y UN LENGUAJE PARA LLEGAR A SÍ MISMO

Mente, memoria, comportamiento, cultura, malestar, catarsis, pulsión, cura, intervención, regresión, falo, neurosis, inconsciente y el yo. Son todas expresiones de un universo, de un lenguaje moderado y creado por el médico y neurólogo austríaco Sigmund Freud (1856- 1939).

Freud en sus múltiples estudios plantea que la mayor parte de nuestras acciones, comportamientos, ideas y creencias son un producto de experiencias olvidadas y reprimidas en nuestra conciencia. Significa que gran parte de nuestra personalidad es fruto o está motivada por experiencias de nuestra vida pasada, la cual tiende a manifestarse de modo simbólico, repetitivo o figurado en la vida cotidiana.

El término psicología proviene de las palabras griegas ‘psyché’ y ‘logos’, pudiendo traducirse como “estudio del alma”. Durante la Edad Antigua se creía que los trastornos mentales eran consecuencia de la posesión de espíritus y demonios, y los tratamientos consistían en conjuros y encantamientos a los que se atribuían efectos curativos.

Freud abandonó esta tradición de concebir o relacionar el comportamiento a los estados de un órgano que todavía la ciencia no encuentra (el alma) para ubicarse en el cerebro y su sistema neuronal. Abandonó la superstición que relacionaba los estados de la mente con las posesiones demoniacas, para clasificar y diseminar los estados mentales en diversas categorías: ansiedad, angustia, neurosis y psicosis, entre otras.    

Los filósofos Sócrates y Platón realizaron importantes aportaciones claves para el desarrollo de la psicología, además del de la filosofía. Mientras Sócrates sentaba los fundamentos del método científico, Platón concibió el cuerpo como el vehículo del alma y verdadero responsable de las conductas humanas.




Sigmund Freud fue uno de los ocho hijos de Jakob Freud (1815-1896), comerciante de lana. La familia de Jacob eran judíos jasídicos (una rama de judaísmo ortodoxo), y llegó a ser conocido por su estudio de la Torá. Se casó con la madre de Freud, Amalia Nathansohn, veinte años más joven, convirtiéndola en su tercera esposa el 29 de julio de 1855. Pasaron penurias económicas viviendo en una habitación alquilada cuando vino al mundo su hijo Sigmund. El niño nació con la membrana fetal cubriéndole cabeza y rostro y la madre, lejos de angustiarse, se llenó de alegría al verlo, ya que creía que esta anomalía anunciaba que estaba destinado a grandes logros. 

En 1859, el fracaso de los negocios de su padre obligó a la familia a abandonar su hogar en Freiberg, hoy República Checa, para residir en Leipzig y posteriormente en Viena.

Si alguna vez se ha preguntado qué papel tienen en su comportamiento los deseos reprimidos en su inconsciente, entonces seguramente ha estado en las puertas del psicoanálisis, teoría y método creados por Freud. Entre sus múltiples aportaciones para la humanidad se encuentra el descubrimiento de la vida psíquica inconsciente, uno de los elementos fundamentales del Psicoanálisis.

Para el Psicoanálisis, el comportamiento de una persona viene determinado por una serie de pensamientos, deseos o recuerdos reprimidos derivados de experiencias del pasado. Esos traumas infantiles son desplazados de nuestra mente consciente y pasan al inconsciente (término desarrollado por Freud), el cual influye en la conducta de las personas sin que estas lo perciban.

Como tratamiento, el psicoanálisis pretende llevar esos recuerdos de nuevo a la conciencia, para que así los sujetos queden libres de su influencia negativa. Aunque en un principio fue una teoría criticada y hasta satirizada, pronto traspasó los límites de la psicología y se extendió a otros ámbitos como la literatura, la filosofía y las artes. A partir de 1906, fue ganando seguidores y en 1910 se fundó en Nuremberg la Sociedad Internacional de Psicoanálisis. Su prolífica carrera incluye libros que hoy en día siguen difundiendo la teoría del psicoanálisis de Freud, siendo los más destacados Tótem y tabú (1913) y El porvenir de una ilusión (1927).

Figuras de las artes y el cine como Salvador Dalí y Sir Alfred Joseph Hitchcock, el aragonés Luis Buñuel, al igual que el surrealista francés André Breton, leyeron y aplicaron algunos postulados del psicoanálisis a sus técnicas y creaciones. 

Para el padre del psicoanálisis, el arte es una forma de sublimar o convertir las pasiones humanas, tramitar la agresividad y la sexualidad, convirtiéndolas en una forma de expresión de las sensaciones pulsionales. El tema del arte en psicoanálisis es muy frecuente: desde sus inicios Freud y los pioneros del psicoanálisis recurrieron a los artistas como una forma de aproximarse a problemas de la práctica clínica, para hacer ejercicios teóricos e ilustrar conceptos de su disciplina. El Edipo de Sófocles, Hamlet de Shakespeare, Fausto de Goethe, La virgen de las rocas de Leonardo da Vinci, el Moisés de Miguel Ángel y, más recientemente, la música, el arte moderno contemporáneo y el cine, han sido temas de interés mutuo para el psicoanálisis y el arte. La creación artística en general se parece mucho a los sueños, parte realidad, parte fantasía.

Para el doctor Héctor A. Ferrari, la Medicina tiene una historia milenaria dedicada a aliviar el padecimiento humano y expresa:  “El Psicoanálisis nació hace cien años del genio creador de un médico brillante cuya influencia se hizo sentir en todos los campos del saber, inclusive la Medicina”. En 1925, Freud señalaba las resistencias que encontró el Psicoanálisis por parte de la Medicina y de los médicos, al expresar: ¿Puede haber diálogo entre discursos tan diferentes?

Algunos países han aceptado el estudio académico del psicoanálisis, en América Latina, Argentina es uno de ellos.  En 1985 se creó el Departamento de Salud Mental en la Facultad de Medicina de Buenos Aires. Los alumnos tienen un seminario anual obligatorio, pequeños grupos de discusión sobre conceptos teóricos y realizan experiencias variadas: observación de bebés, jardín de infantes, entrevistas con adolescentes y adultos, en salas de espera, en sala de emergencias. Incluye el análisis del relato de experiencias médicas y una bibliografía apropiada.

En 1919 el filósofo de ciencia Karl Popper, hasta entonces un entusiasta del psicoanálisis, comenzó a objetar que los psicoanalistas eran siempre capaces de explicar los síntomas de sus pacientes a posteriori mediante sus teorías, pero que estas no elaboraban predicciones sujetas a comprobación experimental, algo que sí hacían las propuestas netamente científicas como la relatividad de Einstein.

Bajo estos supuestos, el Psicoanálisis y su literatura sigue siendo un método aplicado y de uso por otras disciplinas. Freud y sus libros siguen siendo objeto de estudio, leído y consultado en Bibliotecas y librerías.  

Entre los libros más leídos del médico austriaco encontramos: Estudios sobre la histeria (1895), La interpretación de los sueños (1900), Psicopatología de la vida cotidiana (1901), Tres ensayos de teoría sexual (1905), Tótem y Tabú (1913), Introducción del narcisismo (1914), Introducción al psicoanálisis (1917), Más allá del principio de placer (1920), El yo y el ello (1923) y El malestar en la cultura (1930).

Sus aproximadas 24 obras lo hacen uno de los psicólogos más leído de todos los tiempos, si es que no es el más leído. Sus aportes al conocimiento del comportamiento humano y sus patologías lo hacen único en su género. Guste a algunos o no, estamos frente a una de las mentes más brillantes de lo que concierne con el estudio del individuo. Sus teorías pueden ser discutidas, pero difícilmente superadas.  Es muy probable que en la biblioteca que más visitas, encuentres una de las tantas obras del médico psicoanalista Sigmund Freud.  

Frases del autor

  • “Si dos individuos están siempre de acuerdo en todo, puedo asegurar que uno de los dos piensa por ambos.”
  • “Qué progreso hemos hecho. En la Edad Media me hubieran quemado. Ahora están contentos con quemar mis libros.”
  • “La ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas.”
  • “Todo chiste, en el fondo, encubre una verdad.”
  • “Desde que inicié el estudio del inconsciente, me encontré a mí mismo muy interesante.”
  • “El primer humano que insultó a su enemigo en vez de tirarle una piedra fue el fundador de la civilización.”
  • “Cuando uno no tiene lo que quiere, debe querer lo que tiene.”
  • “Lo que no podemos recordar, lo repetiremos.”
  • “Las emociones inexpresadas nunca mueren. Son enterradas vivas y salen más tarde de peores formas.” S. Freud
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